Moda
Las mejor vestidas de los Globos de Oro según Vogue
Vogue
De Sienna Miller a Jessica Chastain, pasando por Nicole Kidman: la biblia de la moda dio su veredicto y afirma que esta edición de los premios ha hecho que volvamos a recuperar la fe en la alfombra roja.
Que si no arriesgan nada, que si el nude parece el único color del mundo, que a ver si superan ya la silueta sirena... Estas frases son solo algunas de las que se escuchan en la redacción de Vogue el día después de cualquier alfombra roja. Es como el Día de la Marmota (como también lo son prácticamente todas las red carpets). Sin embargo, la primera gran gala de 2017 parece haber desmontado todas nuestras tradicionales quejas del día después: las celebrities han arriesgado (y lo han hecho bien), han recurrido a colores vibrantes y carismáticos (y han dejado de ocultarse, por fin, detrás del tono maquillaje) y han descubierto que los vestidos de largo midi, de silueta evasé o con cut outs también pueden ser hitazos en la alfombra roja. Solo nos queda aferrarnos a la idea de qué quizá algo haya cambiado y en todos los grandes eventos que están por venir –empezando por los Oscar– esta sea por fin la tendencia al alza: desmarcarse, probar, arriesgar y ganar. Y si no cambia nada prometemos hacernos para siempre del #TeamGoldenGlobes y dejar de usar aquello de 'la antesala de los Oscar' para empezar a referirnos a los premios de la Academia como 'los que van después de los Globos de Oro'. Dicho queda. Estas son las mejor vestidas según la redacción de Vogue: Natalie Portman, de Prada La actriz estaba nominada por su interpretación de Jackie Kennedy, así que disfrazarse de la que fuera la primera dama de Estados Unidos era una opción demasiado atractiva como para resistirse. Un recurso difícil que podría haber sido un fracaso estrepitoso... O un acierto, como ha ocurrido en el caso de la intérprete que, aún yendo de amarillo y luciendo un avanzado embarazo, consiguió uno de los looks de la noche. Jessica Chastain, de Prada Solo el azul de su vestido ya da como para escribir un ensayo, pero esas flores que salpicaban estratégicamente un lateral eran de una delicadeza y de una rareza excepcionales (sí, son dos términos que adoramos, por separado pero sobre todo juntos). Sencillamente maravillosa. Riley Keough, de Chanel Vale, a lo mejor recurrir a Chanel no tiene mucho mérito (al fin y al cabo es imposible ir mal con un vestido de la maison ¿no?). Pero no, hay vestidos de Chanel y vestidos de Chanel y el que escogió la intérprete de The Girlfriend Experience era mágico por varios motivos: por ese juego óptico que formaban las veladuras del escote, por las tablas rotas por debajo de la cadera y por ese lazo de grosgrain en el pelo. Perfecto de principio a fin. Evan Rachel Wood, de Altuzarra No es que nos haya gustado el esmoquin de la actriz, es que le hemos dedicado un tema entero. Porque más allá de su mensaje feminista (que lo tiene y es muy importante), y de sus velados homenajes a Marlene Dietrich y a David Bowie, el tuxedo es una de las prendas más increíbles, fascinantes y sexies –sí, sexies– para una chica. Nicole Kidman, de Alexander McQueen Esos bordados plateados devoré, esas mangas off the shoulders coronadas con un delicado volante, las mangas más largas de lo convencional y rematas con tejido desflecado, el cuerpo perfectamente entallado, las escamas que se deshacen en muselina en el bajo... Y así podríamos seguir varios párrafos más. Es tanta la belleza del vestido de la actriz que es imposible no sufrir un Síndrome de Stendhal con solo mirarlo. Hailee Steinfeld, de Vera Wang El color lavanda no es fácil, es más, no es nada fácil. Pero el lavanda sublimado con mil capas de tul y con ese juego de fruncidos y opacidades que oscilan entre lo ingenuo y lo sugerente es sencillamente genial. Emma Stone, de Valentino No debe ser nada fácil escoger tu look cuando todo el mundo te da por ganadora por anticipado: elijas lo que elijas va a ser examinado, evaluado y diseccionado con mil ojos durante toda la noche (y al día siguiente, claro). Pero elegir un vestido cuajado de estrellas es un gesto lleno de ironía (y de feminidad) y eso siempre es un plus. Felicity Jones, de Gucci Lo hemos explicado muchas veces, pero cuando se trata de alabar el genio y el talento de Alessandro Michele no nos importan insistir: sus vestidos son delicados, femeninos, un poco extravagantes y un poco antiguos, pero sobre todo, no son para todas las chicas. Pero para Felicity, sí. Sienna Miller, de Michael Kors Su vestido blanco con cut outs laterales es, en principio, contenido y sin mucho discurso estético detrás. Pero ahora bien, si le sumas un collar y unas pulseras de perlas (sí, ¡de perlas!) y una coleta medio deshecha con un lazo negro, entonces la cosa cambia. Sienna confirma, una vez más, que no es lo que lleves, es cómo lo lleves. Michelle Williams, de Louis Vuitton Algo parecido ocurre con el look de la actriz. Su vestido de encaje con escote off the shoulders es bonito, sí, pero lo que de verdad lo convierte en un hallazgo estético es ese lacito de terciopelo a modo de choker que lo cambia absolutamente todo. Claire Foy, de Erdem Nos encanta el gesto de elegir un diseñador: A) Británico como Erdem, aunque podrían haber sido muchos otros. Gran Bretaña es una cantera inagotable de talento distinto e inspirador. Y B) Rosa bebé con paillettes y con esas mangas abullonadas. Es el clásico vestido que o te encanta o te horroriza. Nosotras estamos en el primer grupo. Thandie Newton, de Monse El vestido es tan sencillo como incontestable. Pero hay algo más en él: está creado por dos jóvenes diseñadores y eso, cuando puedes elegir marcas consagradas que todo el mundo conoce, siempre es una apuesta que puntúa doble.
Martes 10 de Enero, 2017